Hace un par de años tuve la suerte de ir a Israel, alguien me leyo esta carta y sin que haya una explicacion se me llenaron los ojos de lagrimas. Es un poco larga pero vale la pena leerla.
Se trata del discurso de Noah Rabin, la nieta del guerrero de la paz caído en cumplimiento del deber, una dulce criatura que ese primaveral y casi caluroso día sólo quiso decirle a todos del dolor que le producía haber perdido a su abuelo, a su Saba Ytzjak:
"Perdónenme que no quiera hablar hoy sobre la paz. Hoy quiero hablar de mi abuelo.
Siempre se despierta uno de una pesadilla, pero desde ayer sólo me despierto a una pesadilla. La pesadilla de mi vida sin él – y eso es algo imposible de asimilar.
La televisión no cesa de transmitir tus imágenes, y eres tan tangible… que casi puedo tocarte. Pero tan sólo casi… porque ya no podré hacerlo.
Abuelo, fuiste la columna de fuego al frente del campamento, y ahora nosotros quedamos solos en el campamento. . . y cuánto frío tenemos, y cuánta tristeza. Yo sé que la gente habla en términos de desastre nacional, pero cómo podrías consolar a todo un pueblo o compartir con ellos tu dolor personal cuando abuela no cesa de llorar y nosotros permanecemos mudos, sintiendo el vacío gigantesco que se produjo con tu ausencia.
Muy pocos te conocieron realmente. Ellos podrán hablar aún mucho sobre ti, pero siento que no tienen la menor idea de lo inmenso del dolor, el desastre… y sí, esto fue un holocausto, por lo menos para nosotros, la familia y los amigos que quedamos, sólo tu campamento, sin nuestra columna de fuego.
Abuelo, tú fuiste y serás nuestro héroe.
Quiero que sepas que siempre que hice algo te tuve frente a mis ojos. Tu respeto y tu amor nos acompañaron en cada paso y en cada camino, y siempre vivimos a la luz de tus valores. Nunca abandonaste a nadie, y ahora te abandonaron.
Y aquí estás, mi héroe eterno, frío y solitario, y no puedo hacer nada para salvarte. Y eres tan maravilloso… Más importantes que yo ya se han despedido de ti, pero ninguno de ellos tuvo el privilegio de esa caricia de tus manos cálidas y tiernas, ese cálido abrazo que estaba reservado sólo para nosotros. Tu media sonrisa, que tanto siempre me decía, esa misma sonrisa que ya no está y se congeló contigo.
No siento deseos de venganza, porque mi dolor y mi pérdida son tan grandes… muy grandes. La tierra se abrió bajo nuestros pies, y nosotros tratamos de alguna manera de permanecer en ese vacío que quedó, pero por ahora no podemos lograrlo.
No me siento capaz de finalizar, pero por lo visto una mano extraña, la mano de un miserable, ya finalizó por mí. Sin otra alternativa me despido de ti, héroe, y te pido que descanses en paz, que pienses en nosotros y nos extrañes, porque nosotros aquí abajo te queremos mucho.
A la hueste de ángeles del cielo que te acompañan ahora, le pido que te cuiden bien, porque te mereces tan gloriosa custodia.
Te queremos, abuelo… siempre."
Esas fueron las palabras de Noah, su nieta, dichas con dolor, con desconsuelo y la voz ahogada por el llanto. Rabin, sera recordado como un gran lider y amigo de la paz por muchos, pero por otros sera recordado como un gran Saba.